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5 Consejos para estudiantes de traducción
Consejos para estudiantes de traducción
Algunas recomendaciones para que los estudiantes de traducción puedan continuar desarrollando su formación y orientando su carrera profesional.
1. Nunca dejéis de mejorar vuestras lenguas de trabajo.
Pulid las lenguas de trabajo que ya tenéis en vuestra combinación antes de empezar con otras nuevas. No os olvidéis de afianzar también vuestro español. Aunque la creencia general fuera del mundo de la traducción es que lo más importante para un traductor es saber muchos idiomas, en realidad se suele obviar el factor más importante: la lengua materna. Sin una lengua materna fuerte y fluida, no llegaremos muy lejos como traductores. Por eso os recomendamos que nunca dejéis de interesaros por vuestra propia lengua, nunca es tarde para aprender nuevas palabras, expresiones o curiosidades gramaticales, sintácticas u ortográficas.
2. Familiarizaos con el uso de las herramientas de Office y de Traducción Asistida por Ordenador (TAO).
Vivimos en la era de la tecnología, y de los recién licenciados o graduados se espera un conocimiento avanzado de herramientas tecnológicas propias del sector de la traducción. Es importante aprovechar los recursos a nuestro alrededor, particularmente en las universidades, que suelen ofrecer la oportunidad de aprender a utilizar herramientas TAO, prestando licencias a sus estudiantes o poniendo a su disposición equipos con las principales herramientas TAO en el mercado (SDL Trados, Déjà Vu, Wordfast, OmegaT, etc.), alineadores de texto (Bitext2mx, WingAlign) o herramientas de gestión de terminología (Multiterm, AnyLexic).
Os recomendamos también que adquiráis conocimientos avanzados de Office, particularmente de Word y Excel. En muchas ocasiones los clientes solicitan que mantengamos el formato de una traducción y nos será más fácil si conocemos en profundidad los programas con los que nuestros clientes trabajan.
3. Aprended a ser autónomos y resolutivos.
Durante la carrera, es sencillo dejar problemas sin resolver. Si no encontramos un término para una traducción, podemos poner tranquilamente lo primero que encontremos y esperar a que el profesor nos lo corrija, sin mayor penalización que un par de puntos menos en la nota. No obstante, en el mundo laboral una mala traducción puede acarrear grandes problemas. Por este motivo, os aconsejamos que aprovechéis la carrera para aprender a ser resolutivos. Los problemas de traducción se resuelven consultando las fuentes adecuadas y vuestros profesores estarán encantados de guiaros por el camino correcto en lugar de hacer el trabajo por vosotros. En relación con este tema, queremos destacar particularmente la autorrevisión. No vale con traducir un texto, buscar el vocabulario a medida que vamos avanzando, poner el punto final e imprimirlo o subirlo a la plataforma de la asignatura. Erratas, repeticiones, cifras equivocadas, dobles espacios, omisiones, mala selección léxica… La lista de calamidades es larga. Es necesario acostumbrarse a autorrevisar nuestras traducciones con minuciosidad. Lo ideal sería dejarlas descansar unas horas, o un día, y volver a revisarlas con detenimiento entonces.
4. Aprovechad las oportunidades que tengáis de hacer prácticas.
Hoy en día, muchas universidades tienen convenios de prácticas con instituciones internacionales, ONGs, agencias de traducción, empresas privadas, etc. Incluso aquí, en AltaLingua, ofrecemos plazas para estudiantes en prácticas todos los cursos. Siempre que exista esa posibilidad en vuestra Universidad, no la desaprovechéis, ya que unas prácticas pueden resultarnos de gran utilidad para comenzar a entender el mundo laboral y adquirir algo de experiencia que seguramente tendrá muy buenas repercusiones en nuestro CV.
5. No dejéis de interesaros por otras áreas de conocimiento.
Todos los traductores acabamos especializándonos en mayor o menor medida en un ámbito concreto. Ya sea en traducción jurídica, médica, científica, literaria, editorial, localización, etc. A veces, esta especialización surge a partir de la experiencia que vamos adquiriendo, pero en otras ocasiones la formación previa en otros ámbitos es decisiva para acabar traduciendo un tipo de texto u otro. Hay muchas formas de profundizar en temas ajenos a la traducción: tanto por cuenta propia o estudios paralelos, como mediante cursillos, seminarios, jornadas de formación o incluso cursos especializados para traductores en algunos ámbitos en particular. Nuestro consejo es que no dejéis de interesaros por aquellas cosas que os gustan.